Joseph María Servín de la Mora Díaz Madrid (su nombre completo aparece en su diploma de bachiller, él le agregó "Luis" en sus escritos) fue un escritor, político, sacerdote e historiador. Se le considera el fundador del liberalismo mexicano. Sacerdote, ingresó en la masonería. Durante la presidencia de Valentín Gómez Farías (1833-1835) impulsó la reforma educativa. En 1834 se exilió en París. Autor del Catecismo político de la federación mexicana (1831) y México y sus revoluciones (1836), entre otras obras.
En la parroquia de su ciudad natal fue bautizado, a los pocos días de su nacimiento. Estudió las primeras letras en Querétaro, y luego en la ciudad de México, en el Colegio de San Ildefonso, donde se ordenó sacerdote; más tarde recibió el grado de doctor en teología. Liberal por convicción, en 1821 redactó el Semanario Político y Literario, de esas tendencias; al siguiente año fue nombrado vocal de la diputación provincial de México. En 1824, por oponerse al encumbramiento de Iturbide como emperador, se lo puso en prisión; pero, caído el Imperio, figuró como diputado a la Legislatura Constituyente del Estado de México, donde hizo un buen papel político.
En 1827 se convirtió en un importante personaje de la política, incorporado a la logia escocesa, moderada, de la masonería, que entonces monopolizaba la alta política del país; luchó contra el bando opuesto, la logia de los yorkinos, exaltados. La contienda la hizo desde las vehementes columnas de su periódico El Indicador, y en las obras que entonces escribió: el Catecismo político de la Federación Mexicana y su Disertación sobre la naturaleza y aplicación de las rentas y bienes eclesiásticos. En 1834, al caer los suyos con Gómez Farías, Mora se exilió en Europa y estableció su residencia en París, donde, en medio de una existencia precaria, casi miserable, tuvo ánimos para consagrarse a sus tareas literarias. Había abandonado, desde hacía años, el ejercicio del ministerio sacerdotal.
Publicó dos libros: México y sus revoluciones, en 1836, y sus Obras sueltas, en dos volúmenes, en 1838. Desde 1828 había estado haciendo acopio de material para el primero de ellos, que empezó a escribir en 1830 y que, conforme al plan trazado, debería comprender una primera parte estadística, relativa al estado general de la República y particular de cada uno de los Estados y Territorios; y una segunda parte, histórica, que abarcaría desde la conquista española hasta la administración de Santa Anna. Pero el autor no llegó a realizar sus propósitos, pues de esa obra sólo aparecieron tres tomos: el primero, en que se trata de la situación, extensión, estructura física y productos naturales de México; minería, industria y comercio, administración pública bajo el régimen español, organización política y social, relaciones exteriores y rentas, etc. El segundo tomo no llegó a publicarse, y el tercero se refiere a la conquista y a las diversas tentativas para establecer la Independencia; el cuarto estudia desde la iniciación de la Independencia hasta la muerte de José María Morelos. Las Obras sueltas son un documento inestimable para conocer la interesante personalidad política del doctor Mora: "Son —dice él mismo— la historia de mis pensamientos, de mis deseos, de mis principios de conducta". En 1847 pasó Mora a Inglaterra, nombrado ministro plenipotenciario de México ante aquella corte, donde estuvo poco tiempo.
Trasladado a París, de más benigno clima, por agravamiento de la tisis que padecía y que contrajo en sus años de miseria, falleció en esa ciudad el 14 de julio de 1850. De su obra histórica, dice Carlos González Peña: "Como historiador, se destaca Mora por la rectitud de sus juicios, por la armoniosa justeza de sus generalizaciones, por el afán notorio de rehuir, en la apreciación de los hechos que estudia, el influjo pasional de la política, mantenerse siempre en un plano de serenidad y sinceridad. Sin ser impetuoso como Zavala, ni tener la vigorosa abundancia de Alamán, narra con sobriedad y precisión y observa sagazmente. Con estar incompleta y haber quedado trunca su mejor obra 'México y sus revoluciones', puede considerársela como clásica para el estudio de la historia."
Se erigió un museo en su pueblo natal de Chamacuero (hoy Comonfort, Guanajuato), en lo que fue su casa, el cual cuenta con algunas de sus obras originales para exhibición, como la misma México y sus revoluciones. Sus restos fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres el 24 de junio de 1963.
El Jardín de Niños Vicente Suaréz tuvó una excelente participación, en este acto cívico y desfile, para conmemorar el aniversario del natalicio de tan destacado personaje ilustre de nuestro municipio.
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